lunes, 5 de abril de 2010

El coronel no tiene quien le escriba – Gabriel García Márquez


ED. Círculo de Lectores / Latimer 110 pág.


Gabriel García Márquez, Gabo, no necesita presentación pero no está de más recordar que ha sido ganador del Premio Nobel de Literatura y que en la actualidad sigue siendo uno de los novelistas más influyentes y respetados de todo el mundo. La obra que nos ocupa es la segunda que escribió en su ya casi inabarcable bibliografía, concretamente en el año 1961. Quizás me equivoque llamándole novela pues es más bien un relato de poca extensión y son los relatos cortos el género que más gusta a Gabo, a pesar de sus Cien años de soledad.

El coronel no tiene quien le escriba es una historia plana, sin altibajos ni giros argumentales, es una historia tediosa en la que no ocurre nada más que el propio devenir de los hechos y el paso del tiempo, pero refleja con atino el ánimo que embarga al coronel jubilado. Luchó en la guerra, dio la vida por su país y al terminar la batalla le prometieron una pensión, un sustento como recompensa a la sangre y el dolor vertidos en nombre de su país. Aislado con su mujer en un pueblo pesquero de una isla cercana a la capital, cada lunes se levanta por la mañana a primera hora y pasea por el muelle hasta el lugar donde amarra el barco del correo, cruza miradas cómplices con los vecinos, sonríe al cartero y siempre se lleva la misma respuesta; “No hay correo para usted coronel”.

El relato languidece al mismo tiempo que la mirada de ojos vivaces y las ilusiones del coronel en recibir por fin su pensión, nos adentramos en las dificultades de la vida diaria para un veterano de guerra ninguneado por su propio país, nada más humillante para un militar, que nunca pierde la esperanza en ese saco del correo, en el próximo lunes, en la lentitud de la burocracia… se aferra cual cangrejo a su presa a la ilusión de que algún día llegará. Se niega a caer en el foso del “nunca llegará” a pesar de que su vida cada vez es más dificultosa y pobre, los bienes de la casa son empeñados uno por uno llevándose con ellos retazos de la vida del coronel y su mujer.

¿Qué sucederá el lunes que viene? ¿Llegará la carta? No lo sé, pero apuesto a que el coronel estará frente al muelle, echando un vistazo rápido a la barcaza de correos que se aproxima mientras entrecierra los ojos por el sol y confía en no tener que vender ese cuadro que hay sobre la pared del descansillo

Albert Fabregat

4 comentarios:

  1. Odio este libro, es horroroso, para nada interesante ni excitante

    ResponderEliminar
  2. creo que el que critico esto esta muy equivocado, ya que es un libro excelente, interesante y excitante! gracias a Gabriel García Marquez por este maravilloso material

    ResponderEliminar
  3. Les gusta el terrible de pico

    ResponderEliminar