lunes, 31 de mayo de 2010

Todos nosotros – Raymond Carver [Mi Libro del Año 2006]


ED. Bartleby Editores // 261 pág.

Carver, hijo de padre alcohólico y madre camarera, vivió los primeros 40 años de su vida como si cada día fuera a ser el último. Drogas, alcohol, Bukowski, Kerouac, fue partícipe y protagonista de aquella maravillosa generación americana. Se casó 2 veces; la segunda con la poeta Tess Gallagher con quien compartió los 10 últimos años de su vida. Sobrio. Su generación le tildó de padre del “realismo sucio” y el New York Times dijo de él el día después de su muerte; “Muere el Chéjov americano”.

Murió de cáncer de pulmón a los 50 años, escribiendo junto a Tess los últimos y más increíbles poemas, desoyendo a sus editores que le animaban a seguir con los libros de relatos. Olvidaros de la poesía tal y como la entendéis; esto es la captación de un instante, un rush de realidad, una mini dosis de sensación poderosísima. O lo que es lo mismo, un segundo de inspiración.

Toda la vida estaré agradecido a la persona que me empujó a leer a este autor, nunca lo olvidaré. Si tuviera que recomendaros algún poema en concreto, no sabría por donde empezar; de amor, de dolor, de tristeza, de felicidad, de recuerdos… lo único que puedo hacer es animar a que compréis el libro, desoigáis la voz interior que os retiene ante el hecho de ser “poesía” y entrar en mi blog Rincones y leer ahí los que para mí son inolvidables. Cambiará vuestra concepción de las pequeñas cosas…


Albert Fabregat

martes, 25 de mayo de 2010

La insoportable levedad del ser - Milan Kundera


ED. Tusquets // 327 pág.

Recomendación de una amiga, descubro a Kundera con su obra cumbre y me sorprende. Me encanta. Su vida está llena de reveses y eso le ha llevado a una concepción de la vida diferente. Emigró de su país de origen, Checoslovaquia, por ser socialista en un mundo de nazis y hasta hace algunos años su obra literaria estaba prohibida en su tierra. Un patriota sin patria. Un genio sin varita. Pero un genio con ángel. Un ángel de visión tranquila y mordaz.

Con más de 1.000.000 de copias vendidas de La insoportable levedad del ser, Kundera se ha metido en miles de hogares europeos con sus historias de amor, sexo, infidelidad, tristeza, muerte y alegría, todo trazado con la 2ª Guerra Mundial de telón de fondo.

El alma humana, su ser, inevitablemente navega en dirección a los destinos sencillos, livianos, omite la búsqueda de las cosas pesadas, los esfuerzos titánicos y los dispendios de energía enormes. Nos encaminamos hacia los actos leves, los que no pesan, los que no cuestan… pero Kundera se emperra en mostrarnos que muchas de las acciones que nosotros tomamos por leves al final acabaran volviéndose contra nosotros y golpeándonos con dureza nos mostraran que el destino nos tiene reservado siempre una vuelta de tuerca más, y que nada es tan liviano como parece.

Su prosa es genial, tranquila, sosegada, con mucha ironía y mordiente; trata temas muy tabúes, otros menos y algunos muy normales. Desgrana los sentimientos de hombres y mujeres con una facilidad pasmosa, en especial los remordimientos, la soledad, el sexo sin amor, la infelicidad…

Este autor se me ha ganado con frases como; “No estaban felices a pesar de la tristeza, sino gracias a la tristeza. Iban cogidos de la mano y los dos tenían la misma imagen ante los ojos: un perro cojo que representaba diez años de su vida”.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Aurora Boreal – Asa Larsson


ED. Seix Barral – Círculo de Lectores // 355 páginas

Reconozco que nunca he sido de fiebres; ni la de los enigmas históricos al estilo Código da Vinci, ni la fiebre de la novela negra sueca Millenium… pero en ocasiones me obligo a leer literatura actual no vaya a encerrarme en un mundo en el que solo habitemos yo y mis escritores muertos. Y no puedo negar que esta autora sueca está cosechando un gran éxito con su segunda novela Sangre derramada, así que me he dicho; me leeré la primera, aunque sólo sea para joder un poco al librero.

Rebecka es abogada de un buen bufete de la capital sueca; una llamada a horas intempestivas de una antigua amiga del pueblo la hace salir pitando de Oslo, coger un avión y plantarse en el lugar donde nació y al que no había vuelto (por extrañas circunstancias) desde el día en que se fue. Asesinato, sangre, la Iglesia de la Nueva Luz, amores de juventud, periodistas y más sangre. De lectura fácil y con tintes bestsellerianos, es ideal para pasar el rato y vivir algunas vidas que de otra forma ni sabríamos que existen. Ni esas vidas, ni esos detalles que trascienden de las historias que la autora poco a poco va trazando.

Esta novela es útil también para demostrarnos que las sociedades escandinavas, cuyos avances y pensamientos modélicos son siempre estudiados y alabados, no están hechas solo de oro (por lo que relucen) sino que esconden, tras las montañas heladas, las nieves incansables y las auroras deslumbrantes, cerebros malignos, hombres avariciosos y mucha maldad… y ¿quién los culpa? Yo no, pues nosotros también enloqueceríamos si durante 300 días al año nevara copiosamente, no hubiera apenas luz del sol y durante las noches una ráfaga de luz entre verdosa y amarillenta no dejara de iluminar las calles.

Albert Fabregat

miércoles, 12 de mayo de 2010

Cartas a Teo - Vincent Van Gogh


ED. Paidós Estética nº35 // 430 pág.

Permitid que me extienda en esta crítica pues para mi no existe artista como este, no existen trazos más vivaces y necesitados, no existen dolores ni sueños más apasionados y sobretodo, no existe un carácter tan difícil y a la vez tan accesible como este. Os presento a Vincent Van Gogh: un GENIO.

La vida de Vincent fue siempre complicada. Nunca pudo bajar la guardia, siempre en constante lucha consigo mismo y con su entorno. Allí por donde pasaba oía los cuchicheos, las palabras a su espalda, las habladurías y siempre, siempre, incluían el término locura entre ellas. Pero lo cierto es que no estaba loco, o por lo menos no esa clase de loco en el que estáis pensando. Si tuviera que encontrar un símil me quedaría con el Nicholson de Mejor imposible; más que loco, obsesivo y perfeccionista, algo violento quizás, pero nada que la psiquiatría actual no arreglara con unas pastillitas. ¿Cómo podía estar loca una persona que solamente en los diez últimos años de su vida fue capaz de pintar 879 cuadros, 1756 dibujos y escribir más de 900 cartas? Y eso son cifras de las cosas que se han recuperado… solo al tratar de pensar en la de putas y facturas de bar que pagó con cuadros y dibujos me estremezco por todo el arte perdido…

Este libro es un paseo día a día, semana a semana, año a año por su vida; sus amores no culminados, su vida de pastor evangélico en Bélgica, las broncas con Teo, su hermano y sostén, la única persona con quién hablaba de verdad, a corazón abierto de sus progresos en la pintura, de sus estudios de color, de filosofía, literatura, de Gauguin y sus peleas…

La última parte es descorazonadora. Cuando lees sus últimas cartas entrevés que algo no funciona, que algo no va bien, su tristeza es cada vez más profunda, sus sueños se desvanecen, la ilusión se difumina y la guadaña parece pender de un hilo tan fino que puede quebrarse en cualquier momento. Los reveses más duros que yo destacaría como los que le llevaron a empuñar el revólver de forma definitiva fueron la pelea con Gauguin en la Casa Amarilla que ambos compartían y la discusión nunca aclarada con el Dr.Gachet, el hombre que le “cuidó” (entiéndase cuidar como no tratar de loco) en su ultimo año. La discusión arrancó porque el doctor no dejaba a Vincent pintar a su hija de 19 años. Fracaso tras fracaso, primero se cortó una oreja y luego se pegó un tiro. Para mí; el artista del siglo.

Albert Fabregat

lunes, 3 de mayo de 2010

Crónicas de Motel - Sam Shepard


ED. Anagrama Compactos nº 8 // 142 páginas

Sam Shepard es el típico artista multidisciplinar; escritor, guionista, actor y músico… y encima ha llegado a ser considerado sobresaliente en todas y cada una de las facetas. Estamos por tanto ante un ARTISTA. Está considerado el heredero de grandes hombres de la escena norteamericana como Scott Fitzgerald o Errol Flynn. Probablemente su faceta cinéfila sea por la que más se le recuerde, por sus actuaciones en Paris, Texas, Magnolias de acero, El informe pelícano o El asesinato de Jesse James con Brad Pitt. Pero su faceta como escritor no es menos prolífica; ganador del premio Pulitzer y de numerosos Obie. Así pues sustituimos ARTISTA por DRAMATURGO EXCEPCIONAL.

Crónicas de motel
es el origen, el guión, la base que tomó Wim Wenders (gurú del cine independiente) para su película Paris, Texas, ganadora el año 1984 de la Palma de Oro en Cannes. La novela es difícil de categorizar, como la película, son relatos mezcla de recortes de rock’n roll, cultura popular, arte pulp y cultura pop. Encadena relatos de tres páginas con “poesías de dos estrofas”. Son sensaciones vividas a los diecinueve años, devorando autopistas, lanzándose sin miedo a conocer personas, viviendo vidas ajenas. Es tan inclasificable como genial. Hay alcohol y tila por todas partes, asfalto y desierto, cielos claros y viento caliente. Es un roadtrip en toda su extensión.

De Shepard se han dicho muchas cosas, yo me quedo con una; “Es el chamán del Nuevo Mundo”.

Albert Fabregat