martes, 18 de enero de 2011

El viudo – Ray Kluun


ED. Emecé // 301 pág.

Conocimos a Ray Kluun hace unos meses en este blog con su primera novela Una mujer va al médico. Holandés, mujeriego, de moral liviana y formas disipadas de tomarse la vida, esta es su segunda novela. En la primera Judith, su mujer, muere de cáncer y él y Luna, su hija, se quedan solos. Doloridos. Inexpertos. La vida no sabes como te sorprenderá y para Ray, todo es demasiado grande, desconocido y triste, sobretodo triste.

El viudo narra la historia de los meses después de la muerte de Carmen. Desde mi perspectiva la primera parte (Una mujer va al médico) es mucho más sentimental, más llena de dolor, de frescura en la escritura, pero en este volumen hay más madurez. Sigue habiendo mucho dolor y soledad y sobretodo sigue vertiendo su principal característica en todas sus líneas, la honestidad. Que es despiadada. Realista.

Stan toca fondo; no se ve capaz de cuidar de su hija, no acude a trabajar, sólo fiestea por Amsterdam y se entrega a un hedonismo al que catalogaremos como despiadado también. Como casi todo en él.

Empujado por diferentes factores, inicia un viaje por Australia (y unos días en Tailandia, en Koh Samui) con Carmen, la mujer con quien engañaba a Judith. Es un viaje reparador de heridas entre padre e hija, el viaje en el que redescubre su amor por su hija y por su difunta mujer. Australia se convierte, en metáfora bíblica, en el desierto en el que Jesucristo venció al demonio con un ayuno inquebrantable. Ray también gana al demonio. A todos sus demonios y no son pocos.

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