martes, 25 de mayo de 2010

La insoportable levedad del ser - Milan Kundera


ED. Tusquets // 327 pág.

Recomendación de una amiga, descubro a Kundera con su obra cumbre y me sorprende. Me encanta. Su vida está llena de reveses y eso le ha llevado a una concepción de la vida diferente. Emigró de su país de origen, Checoslovaquia, por ser socialista en un mundo de nazis y hasta hace algunos años su obra literaria estaba prohibida en su tierra. Un patriota sin patria. Un genio sin varita. Pero un genio con ángel. Un ángel de visión tranquila y mordaz.

Con más de 1.000.000 de copias vendidas de La insoportable levedad del ser, Kundera se ha metido en miles de hogares europeos con sus historias de amor, sexo, infidelidad, tristeza, muerte y alegría, todo trazado con la 2ª Guerra Mundial de telón de fondo.

El alma humana, su ser, inevitablemente navega en dirección a los destinos sencillos, livianos, omite la búsqueda de las cosas pesadas, los esfuerzos titánicos y los dispendios de energía enormes. Nos encaminamos hacia los actos leves, los que no pesan, los que no cuestan… pero Kundera se emperra en mostrarnos que muchas de las acciones que nosotros tomamos por leves al final acabaran volviéndose contra nosotros y golpeándonos con dureza nos mostraran que el destino nos tiene reservado siempre una vuelta de tuerca más, y que nada es tan liviano como parece.

Su prosa es genial, tranquila, sosegada, con mucha ironía y mordiente; trata temas muy tabúes, otros menos y algunos muy normales. Desgrana los sentimientos de hombres y mujeres con una facilidad pasmosa, en especial los remordimientos, la soledad, el sexo sin amor, la infelicidad…

Este autor se me ha ganado con frases como; “No estaban felices a pesar de la tristeza, sino gracias a la tristeza. Iban cogidos de la mano y los dos tenían la misma imagen ante los ojos: un perro cojo que representaba diez años de su vida”.

4 comentarios:

  1. Una muestra incuestionable sobre lo complicadas que son las relaciones humanas, y más aun cuando el amor se entromete.

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  2. tú si que sabes marselus... cuan dificiles son las relaciones...

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