jueves, 31 de marzo de 2011

David Ogilvy, el rey de Madison Avenue – Kenneth Roman


ED. Gestión 2000 // 381 pág.

Probablemente Ogilvy hoy no se comiera un rosco. Aunque por aquel entonces realmente consiguió marcas unas bases y establecer una publicidad mucho más directa y enfocada a la venta al estilo “cuántas veces aparece el nombre de la marca en el anuncio? Sólo una? REESCRIBELO!! También tuvo unos auténticos años dorados cuando se estableció por su cuenta y en 1960, Ogilvy-Benson & Mather estaban ya en la posición 28 del ranking USA de agencias de publicidad facturando 30 millones de dolares. En sólo 10 años caballeros. Pero no sobreviviría con sus férreas leyes a la publicidad emocional establecida en este nuevo milenio.

Así que sí, reescribió las leyes de la publicidad y su libro Confesiones de un publicitario sigue editándose y vendiéndose 50 años después. Pero los premios era para Bernbach. El mejor spot de la historia, el VW Beetle para USA fue de Bernbach. Y tantos muchos otros. Aunque para Ogilvy queda la gloria de haber creado uno de los mayores imperios de la publicidad Ogilvy & Mather está en más de 80 países y siguen siendo, principalmente, una agencia creativa. Aunque David había vendido sus acciones mucho antes de la expansión y ni pinchó ni cortó… y aún peor: no vio ni un centavo.

Sus últimos años se los pasó en un castillo en Francia únicamente preocupado en dejar suficiente dinero a su viuda y ejerciendo de presiente honorífico de Ogilvy. Viajando a lo largo del planeta todavía dibujando líneas creativas al estilo de: “cuántas veces aparece el nombre de la marca en el anuncio? Sólo una?…” y el resto ya lo conocéis.

De lo mejor: el prólogo de Bassat y la historia de cómo consiguió asociarse con Ogilvy y en como se convirtió en uno de sus más allegados amigos y consejeros.

jueves, 10 de marzo de 2011

Tokio Blues (Norwegian Wood) – Haruki Murakami


ED. Tusquets Colección Andanzas // 383 pág.

Sin duda su mejor novela junto con Kafka en la orilla. El nombre original del libro Norwegian Wood es en honor al tema de The Beatles; Murakami regentó durante varios años un club de jazz en Tokio e inevitablemente todas sus novelas están llenas de referencias a la música. Como siempre, algún cabronazo del registro editorial decidió que había que titularlo Tokio Blues, pero no por eso el libro pierde ni un ápice de su genialidad.

Toru y Naoko son dos jóvenes unidos y separados por la desgracia y la soledad. El desencanto envuelve como un manto todos y cada uno de los sentimientos. Sus caminos se unen tras el suicidio del novio de Naoko, entrelazándose en una historia de amor, sexo y muerte. Delicado, suave, sencillo, sentimental… Murakami culmina con esta obra su oda a la juventud nipona; oscuridad y desarrollo, impersonalidad y rapidez.

Tokio imprime su velocidad a la historia mientras los protagonistas se abrazan para no avanzar, para ralentizarla. Aquí, sin duda, la madre de todas las historias de Murakami.